jueves, 16 de septiembre de 2010

LA CONCIENCIA DEL AMOR


Es tan grande la necesidad de enseñar el amor a la humanidad que no conocemos ni horarios ni condiciones para manifestarnos. Yo Soy la CONCIENCIA DEL AMOR, algo que en realidad debería ser conocido por todos los seres humanos, pero hay tantos, tantos que no están conscientes de mi existencia.
Hay tanta humanidad todavía que no sabe que el amor es la fuerza vital de toda la energía de todo el cosmos, de todo el universo.
La energía del amor es la que impulsa toda actividad, todo movimiento, no hay nada, absolutamente nada que no necesite del amor. Es una necesidad imperiosa para cada humano, para cada ser, para cada átomo – digamos – del universo, cada uno al contener la chispa divina, la chispa original del Creador, contiene en si el amor, pero lamentablemente son muchas las veces en que no se permite la expresión del amor, en que no se permite vivir el amor, recibir el amor, ser envueltos en amor, ser amados.
El Creador a cada uno de sus hijos e hijas, a cada uno de los elementos ha brindando y sigue brindando en forma constante y continua todo su amor, su enorme capacidad de amor. Cada respiro, cada exhalación de Él es una exhalación de amor, pero ustedes tienen que tener los corazones abiertos para poder recibir esa inmensidad. Es algo que muchos, muchos todavía no han aprendido.
Es por eso que constantemente en una forma u otra recalcamos la importancia del amor. El amor es la sanación total, la sanación total de todo el ser. El amor lo puede curar todo.
No estoy hablando acá del amor que existe entre hombre y mujer, entre padres e hijos, no, estoy hablando del amor impersonal, del amor divino, del amor que abarca todo, que no conoce fronteras ni límites. Ese es el amor verdadero, ese es el amor que todos ustedes tienen que aceptar, tienen que incorporar, inhalen el amor con cada respiración y a su vez exhalen amor.
Y ese amor que exhalan, compártanlo, compártanlo con sus hermanos y hermanas humanos, compártanlo con todos los reinos de la naturaleza y luego envíen el amor al cosmos, al éter, que ahí el Creador lo recibe y lo vuelve a verter en aquellas partes del planeta donde mayor falta hace.
Aprendan a amar, aprendan a recibir el amor y aprendan a valorar el amor, Yo Soy la CONCIENCIA DEL AMOR.

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